Yacimientos de cobre
Los depósitos de
cobre están presentes desde el norte hasta los confines meridionales de la
correa de los Andes, y sus edades cubren el Paleozoico superior al Pleistoceno
palmo. Los depósitos pertenecen a una variedad de tipos, entre ellos cobre
pórfido, vena energética y sustitución, skarn, tubo de brecha, tipo manto,
sulfuro masivo, exótico, etc.
En esos
depósitos, de cobre se asocia a un número de metales, como Mo, Fe, Au, Ag, Zn y
Pb. En los siguientes párrafos, se tendrán en cuenta los principales rasgos de
cada tipo de depósito en los Andes.
Los pórfidos
cupríferos también están presentes a lo largo de todo el cinturón andino, donde
se alcanzan las marcas del mundo, tanto en tonelaje y ley. Además, algunos de ellos, como depósito de El
Salvador (Gustafson y Hunt, 1975), se han estudiado con gran detalle,
convirtiéndose en ejemplos clásicos de su tipo.
Además, la
distribución de los depósitos a lo largo y a través de la cordillera de los
Andes y los hechos que pertenecen a un período cronológico de largo, presentan
diversos niveles de erosión y se emplazaron en una variedad de rocas de caja,
en condiciones tectónicas distintas, han permitido la construcción de un número
de modelos genéticos (por ejemplo, en relación con los depósitos de pórfidos de
cobre y la tectónica de placas: Sillitoe, 1972, y las partes superiores e
inferiores de los sistemas de pórfido: Sillitoe, 1973). Por otro lado, la
abundancia de depósitos y los estudios importantes acerca de ellos, hacen
difícil presentar una visión sinóptica. Para ello, la publicación de Camus,
(1996) es muy recomendable, así como el documento de Sillitoe, (1992).
Sillitoe (1988),
considera seis épocas de la mineralización de pórfido de cobre en el sector
chileno-argentino de los Andes, desde el Pérmico-Carbonífero Temprano a Mioceno
Medio-Plioceno temprano, y también seis épocas, desde el Jurásico hasta el
Mioceno Medio-Plioceno temprano, para el sector de Perú a Colombia andina. Cada
una de estas épocas es representada por correas longitudinales de hasta 100 km
de ancho, que también contienen otros tipos de depósitos de mineral.
Sin embargo, se
consideran sólo los pórfidos de cobre que han sido seleccionados para las
operaciones mineras de gran tonelaje, el campo está geográficamente restringido
al sector entre 10ºS y 35ºS y para aquellos depósitos de edad Terciaria. Ellos
solos representan aproximadamente un 25 a 30% de las reservas mundiales y la
producción actual de cobre y molibdeno.
Este sector está
en estrecha coincidencia con el segmento andino que presenta una corteza
continental más gruesa. Los grandes depósitos de pórfidos de cobre del
segmento, como Chuquicamata y El Teniente, alcanzan las reservas de mineral
(antes de la minería) hasta 50 Mt metálico Cu (Oyarzún y Frutos, 1980).
La mayoría de
los depósitos de pórfidos de cobre en los Andes están relacionados con las
existencias de porfiria-dacíticas granodiorítico, emplazadas en rocas
volcánicas o en los complejos intrusivos.
Así, en el caso
de Chuquicamata y El Salvador, las relaciones isotópicas de Pb son similares a
los de la zona Volcánica Sur de los Andes, cuyos magmas no se ven afectados por
la contaminación de la corteza terrestre (Zentilli et al., 1988). Además, hay
una serie de evidencias que sugieren que los magmas responsables de los
sistemas de pórfidos, suben rápidamente a través de la corteza, lo que permite
un pequeño a nulo grado de contaminación (Maksaev y Zentilli, 1988). En
general, el proceso de emplazamiento-alteración-mineralización puede ser generalizado
como "un desarrollo magmático subvolcánico de un magma rico en metales,
donde los fluidos residuales se mezclan con las aguas meteóricas durante la
etapa tardía de su enfriamiento" (Ambrus, 1978).
Depósitos de
cobre tipo manto se encuentran típicamente en las formaciones
volcano-sedimentaria de edad mesozoica en el norte y centro de Chile (Espinoza
et al., 1996). Los depósitos son estratiforme o estratoligada pero con
frecuencia también incluyen las venas, los minerales en brechas, stockworks
etc, que son probablemente co-genética (Vivallo y Henríquez, 1998). Su
paragénesis es bastante simple e incluye calcocita, bornita, calcopirita,
pirita y hematita, la relación Cu / Fe disminuyendo hacia el exterior de los
núcleos de Cu-ricos.
La
mineralización de Cu estratiforme, que también contiene algunos g/t Ag, se
depositará en los sedimentos y vesículas
de flujos de lava o en la matriz de las rocas piroclásticas. La alteración
hidrotermal asociada es propilítica e incluye albita, clorita y calcita. La
mineralización se produjo en el epitermal o de bajo rango mesotermal. Estos
depósito tienen magnitudes de hasta cien M.T. mineral, que contiene 1-2% Cu (El
Soldado), pero normalmente se encuentran en el 1-10 Mt gama de mineral (Camus,
1985). Algunos depósitos típicos de este grupo son de Buena Esperanza, Carolina
de Michilla, Talcuna, situado y Lo Aguirre.
Yacimientos de sulfuros
Los depósitos de
sulfuros masivos no son abundantes en la franja andina, a pesar de los prismas
oceánicas acreción de los Andes septentrionales ofrecen entornos favorables
para los depósitos de tipo Chipre, y algunos son conocidos en Colombia
occidental (Ortiz, 1990).
Además, un
importante Fe-Cu-Zn vulcanogénico representa un depósito de sulfuro masivo,
Tambo Grande, se encuentra en la esquina noroeste de Perú, a los 5º S, cerca de
la frontera con Perú. En Chile, los de tipo manto depósitos de Cu en Punta del
Cobre y el skarn polimetálico de El Toqui, a los 45º S se han interpretado como
depósitos de sulfuros masivos de Camus (1985) y por Wellmer et al. (1983),
respectivamente.
Las condiciones
climáticas y tectónicas favorables para la formación de depósitos exóticos Cu,
existieron en los Andes del sur de Perú y norte de Chile entre 12º S y 27º S
(Munchmayer, 1996). En Chile, doce depósitos de este tipo todavía no se han
conocido.
El más grande, depósito
exótico de cu está entre 2 a 4 km al sur de Chuquicamata, la fuente de la
mineralización de Cu, que contenía algo de 3-4 Mt Cu metálico (antes de la
minería). Cifras similares (1.2 a 3.5 Mt Cu metálico) se dan por Munchmayer
(1996) para Damiana, en la ladera occidental del Cerro Indio Muerto (El
Salvador distrito de pórfidos de cobre).
Yacimientos de
vetas de cobre están muy extendidos, en la franja andina y es difícil presentar
una síntesis de este tema. Sin embargo, es importante decir que la minería de
cobre en los Andes comenzó con este tipo de depósitos. En el norte de Chile,
las condiciones climáticas y tectónicas favorables producen un alto grado de enriquecimiento
secundario en Cu+/- depósitos de vetas de Au, lo que permite el desarrollo de
una actividad minera altamente rentable durante el siglo 19.
Cinturones de oro y plata metálica
El oro y la
plata eran principales reclamos para los conquistadores españoles en los países
andinos, y sus depósitos ocultos, junto con los de cobre, son hoy el primer
objetivo para las empresas de exploración minera.
En los Andes del
Norte, Colombia ha sido un importante productor de oro, el primero del mundo en
tiempos Coloniales. Aunque la producción de oro de este país se obtiene
principalmente de placer y los depósitos de tipo línea, también hay varios
depósitos de veta de oro, como las de California, Segovia, Frontino y Marmato,
algunas de ellas relacionadas con el cobre pórfido sistemas, como California y
Marmato (Sillitoe et al., 1982). En cambio, no hay depósitos de plata
importantes en Colombia, y este metal es un sub-producto de la minería de oro.
Es interesante recordar que el platino fue descubierto por primera vez en
depósitos de placer de Colombia y que este país era el único productor de
platino en el mundo hasta 1819 (Angulo, 1978).
La minería del
oro comenzó en la época colonial en Ecuador con el famoso depósito Portovelo y
con muchas venas pequeñas Au-Ag y depósitos de oro aluvial. Según Gemutz (1992),
los depósitos de oro y las perspectivas en Ecuador pertenecen a la vena
epitermal (Portovelo, Pilzhum y Molleturo), tipo skarn (Nambija y Pachicutza),
stockwork vena (Chinapitza), brechas intrusivas (Gaby) y cobre pórfido (Fierro
Urco tipos), además de los depósitos de placer.
Su edad es
Jurásico durante unos depósitos (Nambija, Chinapitza), pero la mayoría de ellos
son de edad terciaria. Al igual que en los depósitos de Colombia, la plata está
subordinado al oro en la mayor parte de los depósitos de metales preciosos
ecuatorianos.
También hay
depósitos de oro en Perú en los siguientes grupo de vetas de cuarzo de edad Paleozoica
y Mesozoica, sistemas de rodamientos de Oro de edad cenozoica, pórfido Au-cojinete y depósitos de skarn. El
oro de roca sedimentaria-organizada (Yauricocha, Utupara, etc); Depósitos de
metales preciosos y polimetálicos, que se subdividen en: sistemas polimetálicos
(Quiruvila, Sayapullo, etc). -epitermales depósitos del tipo adularia-sericita
sistemas Ag-Au vena (Caylloma, Arcata, etc) y de alto nivel, los sistemas
ácido-sulfato (yanaconas, Ccarhuaraso, etc.) En Julcani, la etapa de
ácido-sulfato se desarrolló entre dos etapas de alteración-adularia-sericita. Minerales
explotables a granel (Yanacocha, Hualgayoc) y depósitos de placer Cuaternario.
Aunque Perú
ocupa el tercer lugar en la actual producción de oro entre los países andinos
(después de Chile y Colombia), esta situación se debe cambiar pronto, debido a
una serie de importantes proyectos mineros, como la mina Pierina de Barrick,
cerca de Ancash, programado para una producción de 22 t Au / año (equivalente a
la producción total de oro de Perú en 1993).
El cobre también
es un material abundante en muchos depósitos hidrotermales en las rocas
volcánicas de la cordillera occidental de Perú, apareciendo en primaria
independiente (argentite, proustita, etc) o secundaria (Ag nativa, acantite,
etc) los minerales, así como en inclusiones de minerales de plata o soluciones
sólidos en galena y Cu sulfominerales (tetraedrita, etc.) A cambio, Ag se
encuentra comúnmente sólo en soluciones sólidas o inclusiones en galena y
sulfominerals en los depósitos recibidos por las rocas sedimentarias en las
cordilleras occidental y oriental (Bellido y Montreuil, 1972). Entre los
principales depósitos de Ag-ricos son Quiruvilca (polimetálico; Ag / Au = 100)
y los depósitos ephithermal de San Juan de Lucanas: Ag / Au = 160; María
Luz-Huachacolpa distrito: Ag / Au = 450 y Julcani: Ag / Au = 65 (Noble y Vidal,
1994).
Depósitos de oro
hidrotermales chilenos son de edad del Jurásico al Mioceno superior y sus
mineralizaciones son de brechas hidrotermales, venas, stockworks y
diseminaciones (Sillitoe, 1991). Aunque la mayoría de los Au+/- depósitos de Cu
corresponden a mesozoicos venas relacionadas con plutones, sólo dos distritos:
Los Mantos de Punitaqui y El Bronce tenían Au contenido de más de 10bt. El
resto de los depósitos de más de 10 t Au fueron clasificados por Sillitoe
(1991) en cuatro tipos: 1-alta sulfuración, epitermal (Choquelimpie, Guanaco,
El Hueso, La Coipa, La Pepa, Nevada/Pascua y El Indio-Tambo). 2 - Baja
sulfuración, epitermal (Faride, San Cristóbal, Fachinal). 3 - tipo Pórfido
(Marte, Lobo, Refugio). 4 - Distal contacto, metasomático (Andacollo).
Chile era un
importante productor de plata en el siglo 19 (300 t en 1873, el 15% de la
producción mundial). Entre los principales distritos de plata son los de
Huantajaya, Caracoles, Tres Puntas, Chañarcillo y Agua Amarga. Son epitermales
de baja sulfuración depósitos de tipo veta, organizada por rocas estratificadas
que pertenecen a la facies de transición-volcánica sedimentaria de las cuencas
marinas de devolución arco Jurásico y Cretácico. La mineralización de plata
incluye una variedad de especies de sulfuro (argentite, proustita, pyrargirite,
etc), y los procesos de supergénicos son responsables de la deposición de
minerales secundarios (Ag nativa, cerargirita etc) en zonas de oxidación muy ricos
(Ruiz et al., 1965 ).
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