Friday, 9 January 2015

Génenis de los Minerales (part VII) last part

Yacimientos polimetálicos
La provincia polimetálica está presente a lo largo de todo el cinturón Andino, aunque sus principales depósitos se encuentran en el segmento peruano, que también presentan estratos sedimentarios carbonatada de espesor y generalizada. Además, aunque se conocen los depósitos del Paleozoico, algunos de ellos importantes, como el depósito de Zn-Pb-Cu de Los Bailadores, en Sierra Nevada, Venezuela (Carlson, 1977) o El Aguilar en el noroeste de Argentina, la mayoría de los depósitos son de edad Mesozoico Cenozoico..
El Aguilar (23º13'S/65º42'W), es un depósito sedex Pb-Zn-Ag en cuarcitas del Ordovícico, representa la mayor concentración Paleozoico Pb-Zn en América del Sur (Sureda y Martin, 1990), con un 30 Mt mineral (12%Pb+Zn;100 g/t Ag). El hecho de que una intrusión plutónica Cretácica térmicamente modificada el depósito original y algunos yacimientos de tipo skarn se formaron, oscurecida la génesis del depósito, ya consolidada como una mineralización sedex.

Yacimientos sedimentarios
Evaporitas
Son sedimentos de minerales solubles en agua que son el resultado de evaporación.
Marinas: yeso, anhidrita, halita, silvita, langbeinita, polihalita y Kieserita
No-Marinas: bórax, epsomita, gaylussite, glauberita, mangadile, tenardita mirabilita, y trona, también yeso, anhidrita, halita.
La meteorización química se lleva la mayor parte de los elementos. El material que queda es rico en Al y Fe y forma Bauxita (yacimientos de Al).

Depósitos clásticos:
Los minerales pesados son depositados cuando la velocidad del agua disminuye. Este efecto puede concentrar un mineral específico en un área confinada. Ocurre en ambientes de costas o corrientes. Los minerales se forman en otro sitio y son transportados, clasificados y concentrados en un sitio por acción del agua, Au, Sn, diamantes.

Yacimientos magmáticos
Elementos incompatibles:
En algunas rocas ígneas están enriquecidas en elementos incompatibles como Be. Li, Tierras raras, U, Th, Rb y Au.  Los elementos incompatibles son aquellos que permanecen en el magma al enfriarse (evitando la cristalización) y por esto quedan enriquecidos en lo que queda el magma cuando se solidifica (pegmatita).
Cristales en solución la fuerza de gravedad causa una cristalización temprana de los elementos más pesados, que se hunden al fondo de la cámara de magma. Este proceso crea capas de un único mineral, Cromita, magnetita, y los depósitos minerales del grupo del platino, a menudo se forman de esta manera.

Yacimientos de Diamantes
Se forman a muy altas presiones, usualmente requiere de 100 a 200 km de profundidad. Se forman al ser traídos muy rápidamente a la superficie por magmas de Kimberlita. Estos magmas son ricos en gas y hacen explosión cuando llegan a la superficie.
Metasomatismo o Metamorfismo hidrotermal: iones disueltos en agua reaccionan con la roca y cambian su composición química, asi como su contenido de minerales (Au, Ag, Cu, Pb,Zn )

Los depósitos de skarn
Una clasificación de skarn descriptiva se puede basar en los minerales económicos dominantes.


Hierro Skarns
Los depósitos de skarn más grandes, con muchos más de 500 millones de toneladas. Ellos son extraídos para su magnetita. Cantidades menores de Ni, Cu, Co y Au pueden estar presentes, pero típicamente se recupera sólo Fe. Son predominantemente magnetita, con ganga de silicato de menor importancia.
Oro Skarns
La mayoría de Skarns de oro se asocian con diorita relativamente máfico - granodiorita complejos plutones y diques. Algunas grandes skarns de Fe o Cu tienen Au en las zonas distales. Existe la posibilidad de que otros tipos de skarn han sin descubrir metales preciosos si todo el sistema no ha sido explorado.
Tungsteno Skarns
Estos se encuentran en asociación con plutones calco-alcalina en los principales cinturones orogénicos. Están asociados con, batolitos grano grueso equigranular (con pegmatita y diques aplita), rodeadas de aureolas metamórficas de alta temperatura. Esto es indicativo de un entorno de profundidad.
Skarns cobre
Estos son el tipo más abundante en el mundo y son particularmente comunes en zonas orogénicos relacionados con la subducción tanto en entornos continentales y oceánicos. La mayoría están relacionados con plutones porfídica con rocas volcánicas co-genéticos, las vetas de stockwork, fractura frágil, brechamiento e intenso alteración hidrotermal. Estas características son todos indicativos de un entorno relativamente poco profundas. Los mayores skarns de cobre pueden exceder mil millones de toneladas y están asociados con los depósitos de pórfidos de cobre.
Zinc Skarns
La mayoría ocurren en contextos continentales asociados ya sea con la subducción o rifting. También se extraen para el plomo y la plata, y son de alto grado. Se forman en la zona distal de las rocas ígneas asociadas.

Molibdeno Skarns
La mayoría se asocian con (que carecen de minerales ferromagnesiano) granitos leucocráticos y Forma grande, pequeños depósitos. Otros metales también son comúnmente asociados, siendo el más común skarns Mo-W-Cu.
Estaño Skarns
Estos están asociados casi exclusivamente con granitos de alta sílice generadas por la fusión parcial de la corteza continental. Greisen alteración por flúor produce una mica de color amarillento característico

Yacimientos de las principales gemas.
Excluyendo los diamantes, que por si solos constituyen el 90% en valor de todas las gemas comercializadas, y las perlas, que hoy en días son prácticamente todas cultivadas, las gemas se distribuyen en los distintos yacimientos como sigue:     
Aproximadamente un 25 % de todas las gemas tienen un origen ígneo, principalmente pegmatítico.
Un 30% pueden encontrarse en rocas encajantes metamórficas, sean éstas calcáreas o no calcáreas.
Otro 30% corresponde a yacimientos de origen acuoso (hidrotermales, de aguas circulantes superficiales, etc.)
Un 15% a gemas de origen orgánico (ámbar, coral, marfil, etc.).


Génesis de los Minerales (part VI)

Yacimientos de cobre
Los depósitos de cobre están presentes desde el norte hasta los confines meridionales de la correa de los Andes, y sus edades cubren el Paleozoico superior al Pleistoceno palmo. Los depósitos pertenecen a una variedad de tipos, entre ellos cobre pórfido, vena energética y sustitución, skarn, tubo de brecha, tipo manto, sulfuro masivo, exótico, etc.  
En esos depósitos, de cobre se asocia a un número de metales, como Mo, Fe, Au, Ag, Zn y Pb. En los siguientes párrafos, se tendrán en cuenta los principales rasgos de cada tipo de depósito en los Andes.
Los pórfidos cupríferos también están presentes a lo largo de todo el cinturón andino, donde se alcanzan las marcas del mundo, tanto en tonelaje y ley.  Además, algunos de ellos, como depósito de El Salvador (Gustafson y Hunt, 1975), se han estudiado con gran detalle, convirtiéndose en ejemplos clásicos de su tipo.
Además, la distribución de los depósitos a lo largo y a través de la cordillera de los Andes y los hechos que pertenecen a un período cronológico de largo, presentan diversos niveles de erosión y se emplazaron en una variedad de rocas de caja, en condiciones tectónicas distintas, han permitido la construcción de un número de modelos genéticos (por ejemplo, en relación con los depósitos de pórfidos de cobre y la tectónica de placas: Sillitoe, 1972, y las partes superiores e inferiores de los sistemas de pórfido: Sillitoe, 1973). Por otro lado, la abundancia de depósitos y los estudios importantes acerca de ellos, hacen difícil presentar una visión sinóptica. Para ello, la publicación de Camus, (1996) es muy recomendable, así como el documento de Sillitoe, (1992).
Sillitoe (1988), considera seis épocas de la mineralización de pórfido de cobre en el sector chileno-argentino de los Andes, desde el Pérmico-Carbonífero Temprano a Mioceno Medio-Plioceno temprano, y también seis épocas, desde el Jurásico hasta el Mioceno Medio-Plioceno temprano, para el sector de Perú a Colombia andina. Cada una de estas épocas es representada por correas longitudinales de hasta 100 km de ancho, que también contienen otros tipos de depósitos de mineral.
Sin embargo, se consideran sólo los pórfidos de cobre que han sido seleccionados para las operaciones mineras de gran tonelaje, el campo está geográficamente restringido al sector entre 10ºS y 35ºS y para aquellos depósitos de edad Terciaria. Ellos solos representan aproximadamente un 25 a 30% de las reservas mundiales y la producción actual de cobre y molibdeno.
Este sector está en estrecha coincidencia con el segmento andino que presenta una corteza continental más gruesa. Los grandes depósitos de pórfidos de cobre del segmento, como Chuquicamata y El Teniente, alcanzan las reservas de mineral (antes de la minería) hasta 50 Mt metálico Cu (Oyarzún y Frutos, 1980).
La mayoría de los depósitos de pórfidos de cobre en los Andes están relacionados con las existencias de porfiria-dacíticas granodiorítico, emplazadas en rocas volcánicas o en los complejos intrusivos.
Así, en el caso de Chuquicamata y El Salvador, las relaciones isotópicas de Pb son similares a los de la zona Volcánica Sur de los Andes, cuyos magmas no se ven afectados por la contaminación de la corteza terrestre (Zentilli et al., 1988). Además, hay una serie de evidencias que sugieren que los magmas responsables de los sistemas de pórfidos, suben rápidamente a través de la corteza, lo que permite un pequeño a nulo grado de contaminación (Maksaev y Zentilli, 1988). En general, el proceso de emplazamiento-alteración-mineralización puede ser generalizado como "un desarrollo magmático subvolcánico de un magma rico en metales, donde los fluidos residuales se mezclan con las aguas meteóricas durante la etapa tardía de su enfriamiento" (Ambrus, 1978).  
Depósitos de cobre tipo manto se encuentran típicamente en las formaciones volcano-sedimentaria de edad mesozoica en el norte y centro de Chile (Espinoza et al., 1996). Los depósitos son estratiforme o estratoligada pero con frecuencia también incluyen las venas, los minerales en brechas, stockworks etc, que son probablemente co-genética (Vivallo y Henríquez, 1998). Su paragénesis es bastante simple e incluye calcocita, bornita, calcopirita, pirita y hematita, la relación Cu / Fe disminuyendo hacia el exterior de los núcleos de Cu-ricos.
La mineralización de Cu estratiforme, que también contiene algunos g/t Ag, se depositará en los  sedimentos y vesículas de flujos de lava o en la matriz de las rocas piroclásticas. La alteración hidrotermal asociada es propilítica e incluye albita, clorita y calcita. La mineralización se produjo en el epitermal o de bajo rango mesotermal. Estos depósito tienen magnitudes de hasta cien M.T. mineral, que contiene 1-2% Cu (El Soldado), pero normalmente se encuentran en el 1-10 Mt gama de mineral (Camus, 1985). Algunos depósitos típicos de este grupo son de Buena Esperanza, Carolina de Michilla, Talcuna, situado y Lo Aguirre.

Yacimientos de sulfuros
Los depósitos de sulfuros masivos no son abundantes en la franja andina, a pesar de los prismas oceánicas acreción de los Andes septentrionales ofrecen entornos favorables para los depósitos de tipo Chipre, y algunos son conocidos en Colombia occidental (Ortiz, 1990).
Además, un importante Fe-Cu-Zn vulcanogénico representa un depósito de sulfuro masivo, Tambo Grande, se encuentra en la esquina noroeste de Perú, a los 5º S, cerca de la frontera con Perú. En Chile, los de tipo manto depósitos de Cu en Punta del Cobre y el skarn polimetálico de El Toqui, a los 45º S se han interpretado como depósitos de sulfuros masivos de Camus (1985) y por Wellmer et al. (1983), respectivamente.
Las condiciones climáticas y tectónicas favorables para la formación de depósitos exóticos Cu, existieron en los Andes del sur de Perú y norte de Chile entre 12º S y 27º S (Munchmayer, 1996). En Chile, doce depósitos de este tipo todavía no se han conocido.
El más grande, depósito exótico de cu está entre 2 a 4 km al sur de Chuquicamata, la fuente de la mineralización de Cu, que contenía algo de 3-4 Mt Cu metálico (antes de la minería). Cifras similares (1.2 a 3.5 Mt Cu metálico) se dan por Munchmayer (1996) para Damiana, en la ladera occidental del Cerro Indio Muerto (El Salvador distrito de pórfidos de cobre).
Yacimientos de vetas de cobre están muy extendidos, en la franja andina y es difícil presentar una síntesis de este tema. Sin embargo, es importante decir que la minería de cobre en los Andes comenzó con este tipo de depósitos. En el norte de Chile, las condiciones climáticas y tectónicas favorables producen un alto grado de enriquecimiento secundario en Cu+/- depósitos de vetas de Au, lo que permite el desarrollo de una actividad minera altamente rentable durante el siglo 19.
Cinturones de oro y plata metálica
El oro y la plata eran principales reclamos para los conquistadores españoles en los países andinos, y sus depósitos ocultos, junto con los de cobre, son hoy el primer objetivo para las empresas de exploración minera.
En los Andes del Norte, Colombia ha sido un importante productor de oro, el primero del mundo en tiempos Coloniales. Aunque la producción de oro de este país se obtiene principalmente de placer y los depósitos de tipo línea, también hay varios depósitos de veta de oro, como las de California, Segovia, Frontino y Marmato, algunas de ellas relacionadas con el cobre pórfido sistemas, como California y Marmato (Sillitoe et al., 1982). En cambio, no hay depósitos de plata importantes en Colombia, y este metal es un sub-producto de la minería de oro. Es interesante recordar que el platino fue descubierto por primera vez en depósitos de placer de Colombia y que este país era el único productor de platino en el mundo hasta 1819 (Angulo, 1978).
La minería del oro comenzó en la época colonial en Ecuador con el famoso depósito Portovelo y con muchas venas pequeñas Au-Ag y depósitos de oro aluvial. Según Gemutz (1992), los depósitos de oro y las perspectivas en Ecuador pertenecen a la vena epitermal (Portovelo, Pilzhum y Molleturo), tipo skarn (Nambija y Pachicutza), stockwork vena (Chinapitza), brechas intrusivas (Gaby) y cobre pórfido (Fierro Urco tipos), además de los depósitos de placer.
Su edad es Jurásico durante unos depósitos (Nambija, Chinapitza), pero la mayoría de ellos son de edad terciaria. Al igual que en los depósitos de Colombia, la plata está subordinado al oro en la mayor parte de los depósitos de metales preciosos ecuatorianos.
También hay depósitos de oro en Perú en los siguientes grupo de vetas de cuarzo de edad Paleozoica y Mesozoica, sistemas de rodamientos de Oro de edad cenozoica,  pórfido Au-cojinete y depósitos de skarn. El oro de roca sedimentaria-organizada (Yauricocha, Utupara, etc); Depósitos de metales preciosos y polimetálicos, que se subdividen en: sistemas polimetálicos (Quiruvila, Sayapullo, etc). -epitermales depósitos del tipo adularia-sericita sistemas Ag-Au vena (Caylloma, Arcata, etc) y de alto nivel, los sistemas ácido-sulfato (yanaconas, Ccarhuaraso, etc.) En Julcani, la etapa de ácido-sulfato se desarrolló entre dos etapas de alteración-adularia-sericita. Minerales explotables a granel (Yanacocha, Hualgayoc) y depósitos de placer Cuaternario.
Aunque Perú ocupa el tercer lugar en la actual producción de oro entre los países andinos (después de Chile y Colombia), esta situación se debe cambiar pronto, debido a una serie de importantes proyectos mineros, como la mina Pierina de Barrick, cerca de Ancash, programado para una producción de 22 t Au / año (equivalente a la producción total de oro de Perú en 1993).
El cobre también es un material abundante en muchos depósitos hidrotermales en las rocas volcánicas de la cordillera occidental de Perú, apareciendo en primaria independiente (argentite, proustita, etc) o secundaria (Ag nativa, acantite, etc) los minerales, así como en inclusiones de minerales de plata o soluciones sólidos en galena y Cu sulfominerales (tetraedrita, etc.) A cambio, Ag se encuentra comúnmente sólo en soluciones sólidas o inclusiones en galena y sulfominerals en los depósitos recibidos por las rocas sedimentarias en las cordilleras occidental y oriental (Bellido y Montreuil, 1972). Entre los principales depósitos de Ag-ricos son Quiruvilca (polimetálico; Ag / Au = 100) y los depósitos ephithermal de San Juan de Lucanas: Ag / Au = 160; María Luz-Huachacolpa distrito: Ag / Au = 450 y Julcani: Ag / Au = 65 (Noble y Vidal, 1994).
Depósitos de oro hidrotermales chilenos son de edad del Jurásico al Mioceno superior y sus mineralizaciones son de brechas hidrotermales, venas, stockworks y diseminaciones (Sillitoe, 1991). Aunque la mayoría de los Au+/- depósitos de Cu corresponden a mesozoicos venas relacionadas con plutones, sólo dos distritos: Los Mantos de Punitaqui y El Bronce tenían Au contenido de más de 10bt. El resto de los depósitos de más de 10 t Au fueron clasificados por Sillitoe (1991) en cuatro tipos: 1-alta sulfuración, epitermal (Choquelimpie, Guanaco, El Hueso, La Coipa, La Pepa, Nevada/Pascua y El Indio-Tambo). 2 - Baja sulfuración, epitermal (Faride, San Cristóbal, Fachinal). 3 - tipo Pórfido (Marte, Lobo, Refugio). 4 - Distal contacto, metasomático (Andacollo).

Chile era un importante productor de plata en el siglo 19 (300 t en 1873, el 15% de la producción mundial). Entre los principales distritos de plata son los de Huantajaya, Caracoles, Tres Puntas, Chañarcillo y Agua Amarga. Son epitermales de baja sulfuración depósitos de tipo veta, organizada por rocas estratificadas que pertenecen a la facies de transición-volcánica sedimentaria de las cuencas marinas de devolución arco Jurásico y Cretácico. La mineralización de plata incluye una variedad de especies de sulfuro (argentite, proustita, pyrargirite, etc), y los procesos de supergénicos son responsables de la deposición de minerales secundarios (Ag nativa, cerargirita etc) en zonas de oxidación muy ricos (Ruiz et al., 1965 ). 

Génesis de los minerales (part V)

Yacimientos de manganeso
Los óxidos de manganeso constituyen yacimientos de tipología muy variada, que van desde tipologías epigenéticas, filonianas, a claramente sedimentarias, y dentro de esta categoría podemos diferenciar entre los estrictamente sedimentarios y los  no ligados a actividad volcánica.
A su vez, los yacimientos puramente sedimentarios de manganeso pueden ser de dos tipos claramente diferenciados:
Los que se localizan en áreas marginales de cuencas euxínicas (reductoras), que constituyen acumulaciones pisolíticas u oolíticas de estos minerales (normalmente, pirolusita y criptomelana), a menudo asociados con carbonatos de manganeso (rodocrosita), que llegan a ser también explotables.
Los que se localizan en los fondos oceánicos profundos, que constituyen acumulaciones nodulares de óxidos de Mn, a menudo con ciertos contenidos en Cr.   Su formación parece estar relacionada con actividad hidrotermal submarina, aunque no en su proximidad inmediata.

Yacimientos volcánicos de tipo eruptivos
En función de todas estas características, los materiales que se acumulan como resultado de la actividad volcánica pueden ser de los siguientes tipos:
Rocas porfídicas: la solidificación de lavas suele dar lugar a rocas porfídicas, formadas por fenocristales de naturaleza variada (cuarzo, feldespato potásico y biotita en las riolitas; plagioclasa y anfíbol o piroxeno en las andesitas; olivino, piroxeno y plagioclasa en los basaltos), en una matriz criptocristalina o vítrea.
Obsidiana: es una roca fundamentalmente vítrea, aunque puede contener algunos fenocristales.
Perlita: es una roca volcánica vítrea en la cual se desarrollan fracturas curvas a subcirculares, que aíslan núcleos de vidrio intacto.
Pómez: roca extremadamente rica en vacuolas, como consecuencia de la liberación de gases. Como estas rocas se forman como consecuencia de procesos explosivos, suelen formar acumulaciones escoriáceas, caóticas.
Bloques y bombas: son también productos de erupciones explosivas, de diámetro superior a 64 mm.  Se diferencian en que los bloques son de formas angulosas, debido a que son expulsados por el volcán en estado sólido, mientras que las bombas suelen presentar morfología fusiforme, que adoptan durante el vuelo. También pueden presentar una morfología tipo "hogazas de pan".
Lapilli: es otro piroclasto, de tamaño medio comprendido entre 64 y 2 mm. Suele estar formado por fragmentos de las propias rocas volcánicas, porfídicas o vítreas.
Cenizas volcánicas: son los piroclastos de grano más fino, de diámetro medio inferior a 2 mm.
A su vez, los materiales piroclásticos pueden originarse como consecuencia de dos mecanismos: por evolución de nubes ardientes (coladas u oleadas piroclásticas), o por colapso de la columna eruptiva (piroclastos de caída). Los primeros suelen ser masivos, a menudos soldados, finamente laminados, y de depositan preferentemente en zonas de topografía deprimida, mientras que los segundos suelen ser materiales suelos, caóticos, sin laminación clara, y se depositan en estratos perfectamente paralelos a la topografía.

 Clasificación de las rocas volcánicas
Las rocas volcánicas se clasifican en primer lugar en función de su tipología:
Rocas piroclásticas: lávicas, pumíticas (pómez), obsidian, etc. A su vez, existe una clasificación granulométrica para las rocas piroclásticas (explicitada básicamente en el punto anterior: diferencia entre bombas y bloques, lapilli y cenizas volcánicas), y una clasificación de base mineralógica para las rocas porfídicas. La clasificación mineralógica de las rocas porfídicas es similar a la que ya hemos visto para las plutónicas.
Rocas plutónicas: se basa en el cálculo de los parámetros QAPF (M no suele ser nunca superior a 90 en las rocas volcánicas) y con estos parámetros la clasificación es similar a las variedades plutónicas, variando los nombres de las rocas que caen en cada campo: riolita en vez de granito, basalto en vez de gabro, etc.
Aplicaciones de las rocas volcánicas
Toda la variedad de rocas descritas pueden tener aplicaciones industriales más o menos importantes:
Las rocas porfídicas, al tratarse de rocas compactas, aunque a menudo afectadas por disyunciones más o menos regulares, no suelen tener otra aplicación que como árido de machaqueo. En concreto, algunos basaltos son excelente materia prima para áridos especiales, como el balasto de ferrocarril.
Las rocas de tipo piedra pómez de naturaleza silícea son materia prima para la industria cementera, ya que por su naturaleza vítrea y su composición reaccionan con la cal para dar compuestos con propiedades hidráulicas: son los denominados cementos puzolánicos o puzolanas. También tienen aplicaciones menores en la industria textil, para el lavado a la piedra de prendas vaqueras, y en la higiene doméstica.
La obsidiana es una piedra semipreciosa, apreciada para la elaboración de objetos decorativos.
La perlita es un vidrio volcánico parcialmente hidratado, rico en sílice, que es susceptible de ser tratado por expansión. Este material ya tratado tiene varias aplicaciones en construcción: árido ligero en hormigones, aislante acústico, aislante criogénico. También se utiliza en procesos de filtrado y en suelos artificiales, para horticultura.
Yacimientos minerales relacionados con el volcanismo
El volcanismo es un mecanismo descrito tradicionalmente como generador de acumulaciones metálicas: muchos yacimientos de sulfuros guardan relaciones cuanto menos de proximidad geográfica con rocas volcánicas, lo que sin duda es una indicación de su vinculación genética.
De todos los tipos con los que se ha establecido relación con volcanismo, el caso más claro probablemente corresponde a los yacimientos de tipo Kuroko o tipo Faja Pirírica ibérica (p.ej., Riotinto, Tharsis), es decir, yacimientos de sulfuros polimetálicos masivos, con pirita como mineral mayoritario. En muchos otros casos la vinculación con el volcanismo es menos evidente, y se describen como yacimientos sedimentarios con posible influencia de procesos volcánicos.
En todos los casos, cuando se habla de relaciones entre volcanismo y yacimientos minerales la base empírica es que el proceso de volcanismo aporta elementos químicos, entre ellos metales pesados, que por lo general se liberan al medio. Esto es un hecho de observación, y en ocasiones vemos en la prensa noticias alarmantes sobre las emisiones de estos elementos de mayor o menor toxicidad a la atmósfera (CO2, SO2). Incluso en alguna ocasión se han publicado en la prensa los kilogramos de oro que un volcán está emitiendo, como si el volcán emitiese monedas de este metal. Lo cierto es que estas emisiones se producen en forma gaseosa, y que es necesario algún mecanismo geoquímico que fije los metales para que pueda formarse un yacimiento, evitando la dispersión de los metales.
El descubrimiento en determinados puntos de los fondos oceánicos de los denominados "black smokers", chimeneas de descarga de sistemas hidrotermales submarinos ha permitido observar de forma directa la formación de estas concentraciones.

Yacimientos de tipo Kuroko
Los yacimientos de tipo Kuroko (o tipo Huelva, ya que la Faja Pirítica Ibérica es la mayor concentración mundial de este tipo de mineralizaciones) son concentraciones sedimentarias (o volcano-sedimentarias, como se denominan preferentemente) de sulfuros polimetálicos, por lo general dominados por pirita, a la que suelen acompañar otros como calcopirita, esfalerita y galena. Además es frecuente que contengan ciertos valores de metales preciosos (Au, Ag) que añaden interés económico a su explotación minera.
Aparecen constituyendo formaciones de potencia variable (por lo general de varias decenas de metros) y extensión variable (incluso kilométrica), que se encuentran intercaladas en secuencias marinas detríticas con abundantes intercalaciones volcánicas. Su tonelaje suele ser muy elevado (superior a los 50 Mt), lo que permite su explotación minera.
La mineralogía habitual de estos yacimientos incluye siempre pirita como fase más abundante, acompañada por calcopirita, esfalerita, galena y barita. Es relativamente frecuente la separación en cuerpos mineralizados con mineralogías diferenciadas: las denominadas “black ores”, constituidas mayoritariamente por galena y esfalerita, junto con barita subordinada, y las denominadas “yellow ores”, con pirita y calcopirita como minerales fundamentales. A menudo el yeso y el azufre nativo forman parte más o menos marginal de este complejo sistema.
Como minerales minoritarios dentro de las mineralizaciones principales podemos encontrar otros sulfuros afines, como pirrotina, marcasita, arsenopirita, bornita, o metales nativos como oro y plata, siempre en contenidos relativamente bajos (valores del orden de 10-20 gr/t). También son frecuentes en el sistema los niveles de chert ferruginoso, que aparecen interestratificados en la secuencia volcánica relacionada.
Es frecuente que estos yacimientos se encuentren fuertemente afectados por la deformación tectónica: se forman en medios oceánicos, lo que implica que para que lleguen a aflorar deben haber sido afectados por un proceso orogénico de cierta intensidad.
Su formación ocurre en determinados ambientes geodinámicos: en el caso de Japón es clara su relación con procesos destructivos de tectónica de placas, ya que se localizan precisamente a lo largo de uno de estos límites de placa. Esta relación no es tan clara en el caso de la Faja Pirítica Ibérica, en la que el magmatismo no parece ser el característico de esta localización geodinámica, y más parece relacionado con un proceso de rifting.
En cualquier caso, es evidente siempre la relación entre los yacimientos y un magmatismo volcánico, a menudo máfico, aunque en el caso de la Faja pirítica ibérica la relación más clara se da con el de naturaleza félsica.


Otros yacimientos de filiación volcánica
Existe un cierto número de yacimientos, de naturaleza diversa, que distintos autores consideran relacionados con volcanismo. Desde yacimientos de arcillas especiales, producto de alteraciones específicas de rocas volcánicas (caso de las bentonitas de Cabo de Gata, Almería), hasta yacimientos de sulfuros metálicos atípicos, como es el caso de los de cinabrio de Almadén, o los de óxidos metálicos (Fe, Mn, entre otros) que frecuentemente se encuentran intercalados en series con rocas volcánicas más o menos abundantes. De entre estos tipos destacaremos los de mercurio de Almadén, las formaciones bandeadas de hierro (BIF en la terminología anglosajona), y, por su singularidad, las coladas de magnetita de la zona de El Laco (Chile), que constituyen un caso único de mineralizaciones de origen volcánico directo.

Yacimientos de mercurio de Almadén
Los yacimientos de mercurio de Almadén constituyen un caso único a nivel mundial, debido a varios factores:
La enorme concentración puntual que representan de un elemento escaso, como es el mercurio
La variedad de tipologías que presentan, que va desde mineralizaciones típicamente estratoligadas, encajadas en rocas cuarcíticas, hasta mineralizaciones claramente discordantes, epigenéticas
El carácter monoelemental de todos los tipos de mineralizaciones, independientemente de su tipología: en todos los casos el mercurio es el único metal que aparece concentrado, sin que existan elementos asociados, ni siquiera de entre los más afines desde el punto de vista geoquímico (As, Sb, Au, Ag...)
Su relación espacial, y más que probablemente genética, con un volcanismo alcalino intraplaca, relación ésta entre sulfuros estratoligados y volcanismo alcalino que no es común en otros casos.
De entre los distintos tipos de mineralizaciones existentes en el distrito, las más importantes son las estratoligadas, encajadas en la denominada Cuarcita de Criadero, de edad Silúrico basal, que se han explotado en las minas de Almadén, El Entredicho y La Vieja Concepción. En estos casos, la mineralización de cinabrio aparece diseminada en la ya mencionada Cuarcita de Criadero, y ésta siempre está en contacto con la denominada "roca frailesca", toba de lapilli de naturaleza basáltica, sistemáticamente muy alterada, que constituye diatermias formadas por mecanismos eruptivos explosivos. Los contenidos en mercurio en la cuarcita decrecen al alejarnos del contacto con esta "roca frailesca", evidenciando la relación genética con esta roca peculiar.
Óxidos de Manganeso
Los óxidos de manganeso constituyen yacimientos de tipología muy variada, que van desde tipologías epigenéticas, filonianas, a claramente singenéticas, estratoligadas. En el caso de los yacimientos singenéticos, en algunos la relación con actividad magmática no es evidente, por lo que se pueden considerar como yacimientos sedimentarios de precipitación química. Pero en otros casos, sí hay una relación genética clara entre yacimientos de esta naturaleza y actividad volcánica. Dos casos que se pueden estudiar en España son los yacimientos de óxidos de manganeso de la Faja Pirítica Ibérica (Huelva-Sevilla), y los de óxidos de Fe-Mn de la región volcánica de Campos de Calatrava (Ciudad Real).
En el primer caso, se trata de mineralizaciones estratoligadas de óxidos y carbonatos de manganeso, relacionados lateralmente con los sulfuros masivos.
En el segundo, las mineralizaciones, constituidas por óxidos de hierro y manganeso, tienen una entidad mucho menor, y solamente han sido explotadas durante la Segunda Guerra Mundial, por la mayor demanda de este elemento, y porque contienen cierta proporción de metales como cromo y níquel, que, al igual que el manganeso, se aplican como blindaje de carros de combate.

Los yacimientos de magnetita de El Laco (Chile)
Se describe aquí un caso singular de mineralización metálica de origen directamente volcánico: se trata de una colada lávica de magnetita existente en la Cadena Andina chilena, en la Región de Antofagasta. El yacimiento, con unas reservas del orden de 1.000 Mt con 50% Fe, se encuentra asociado a un complejo eruptivo andesítico-riodacítico, con actividad intermitente desde el Mioceno hasta la actualidad, que se localiza sobre materiales detríticos del Paleozoico.
La mineralización está formada casi exclusivamente por magnetita, que acusa un proceso de transformación parcial, a alta temperatura, por hematites, y un proceso supergénico de formación de goethita y magnetita. Desde el punto de vista geoquímico, la magnetita muestra valores muy bajos en los elementos traza que normalmente se encuentran asociados al hierro en las mineralizaciones de este mineral de origen ortomagmático (V, Cr y Ti), lo que hace su origen controvertido, entre los defensores de un origen puramente magmático, y los defensores de procesos de removilización magmática de hierros sedimentarios a partir de la serie paleozoica.


Génesis de los minerales (part IV)


Yacimientos de precipitación química
La precipitación química directa de los iones contenidos en las aguas que rellenan las cuencas sedimentarias da origen a diversos tipos de yacimientos, entre los cuales los más característicos son los de evaporitas. En el resto de los casos, y en especial en el caso de yacimientos metálicos, la presencia de estos iones en el agua de la cuenca correspondiente a menudo está relacionada con actividad volcánica, lo que hace que este tipo de yacimientos se agrupen como volcano-sedimentarios, o exhalativo-sedimentarios. No obstante, algunos de ellos sí se describen como relacionados con procesos sedimentarios sin participación volcánica, como es el caso de los nódulos de manganeso de los fondos abisales.
Las rocas evaporíticas son las principales rocas químicas, es decir, formadas por precipitación química directa de los componentes minerales. Suelen formarse a partir del agua de mar, si bien también existen evaporitas continentales, formadas en lagos salados, o en regiones desérticas que se inundan esporádicamente.
Se originan, por tanto, como consecuencia de la evaporación de aguas conteniendo abundantes sales en disolución. Al alcanzarse, por evaporación, el nivel de saturación en las sales correspondientes, se produce la precipitación del mineral que forma ese compuesto. A menudo se producen precipitaciones sucesivas: en un primer momento precipitan las sales menos solubles, y cuando aumenta la evaporación van precipitando las más solubles.
Evaporitas marinas
Los mares contienen la mayor proporción de sales. En concreto, el contenido medio en sales de los mares es del siguiente orden:
La salinidad media del agua del mar es del orden de 3.5%, valor que es relativamente homogéneo en términos de grandes océanos. Este valor se hace mayor es determinados casos, alcanzando valores de incluso el 30%.
Para que se pueda producir la concentración de las sales que lleve a la saturación, se produce en un determinado tipo de medios sedimentarios: las albuferas, en las que existe un brazo de mar individualizado del mismo por una barra de arena, que permite ocasionalmente el paso del agua, pero la aísla durante largos periodos de tiempo. En estas condiciones, y bajo una fuerte insolación, el agua se evapora, aumentando progresivamente la concentración en sales, hasta que durante una tormenta o una pleamar especialmente intensa vuelve a introducir agua de mar en la cuenca, reiniciando el proceso.

Evaporitas marinas
En primer lugar se alcanza la saturación en sulfato cálcico, que es el menos soluble, así que serán yeso o anhidrita los primeros minerales que precipiten. A continuación se produce la saturación en cloruro sódico, produciéndose la precipitación de halita. Por último precipitan los cloruros de potasio y magnesio (silvina, carnalita, etc.), que son los más solubles. A menudo estos minerales aparecen constituyendo capas dentro de las formaciones evaporíticas, con yeso en las capas basales, halita en las intermedias, y sales potásicas y magnésicas en las más altas (ver figura).
Sobre este modelo general, en cada cuenca concreta suele darse un predominio de unos u otros minerales: en algunos casos será el yeso (a menudo acompañado de anhidrita) el mineral mayoritario, lo que permite su explotación, en otros, el cloruro sódico (halita), y en otros, los cloruros de potasio y magnesio [silvina (KCl), carnalita (KMgCl3·6H2O), polihalita (K2Ca2Mg (SO4)4·2H2O, como más importantes].
Este último tipo constituye los yacimientos de este grupo de mayor valor económico, los denominados yacimientos potásicos, de los que se extraen las sales potásicas o "potasas", para su uso como fertilizante. Para que se formen este tipo de yacimientos, se requieren condiciones geológicas y climáticas muy extremas: cuencas relativamente profundas, de ambiente marino confinado, y sometidas a condiciones climáticas de gran aridez.
Las ricas en yeso se explotan para obtener material de construcción (la escayola, obtenida por calcinación del yeso), las ricas en halita, para obtener cloruro sódico, para su empleo industrial en la obtención de cloro y sus derivados, y sosa y sus derivados, así como para la industria alimentaria, mientras que las sales potásicas se explotan para obtener fertilizantes, como ya se ha expresado, y para fabricación de jabones, vidrios especiales, cerámicas.
Yacimientos importantes a nivel mundial son los de Rusia (Solikamsk en los Urales, Soligorsk en Bielorrusia), Canadá (Saskatchewan y New Brunswick) Alemania (Hannover y Stassfurt). Es España los yacimientos evaporíticos más importantes se localizan en las series Terciarias de la zona externa del Pirineo – Valle del Ebro(Suria-Cardona), en la Cordillera Cantábrica (Cabezón de la Sal), y en general, en las cuencas marinas terciarias, como la depresión del Guadalquivir.
Evaporitas lacustres
Los lagos contienen por lo general aguas dulces, pero en ocasiones pueden llegar a contener aguas ricas en sales, que pueden ser distintas a las que encontramos en el mar, al menos cuantitativamente. En concreto, tres son los tipos de yacimientos minerales que pueden formarse a partir de las aguas de lagos salinos intracontinentales: depósitos de sales sulfatadas sódicas (thenardita, glauberita) o magnésicas (epsomita), depósitos de carbonatos alcalinos (trona, natron), y depósitos de arcillas especiales (sepiolita, palygorskita). De ellos tienen importancia sobre todo los de sulfato sódico y arcillas especiales.
Los de sulfato sódico constituyen acumulaciones estratificadas de estos minerales (thenardita y glauberita mayoritarios, a menudo acompañados de otras sales, como halita, yeso, polihalita, y otros sulfatos más o menos complejos e hidratados de Na, Ca y Mg, fundamentalmente, a menudos interestratificados también con niveles arcillosos.
Se explotan para la extracción del sulfato sódico puro, que se emplea sobre todo en la fabricación de detergente sólido, en sustitución de los fosfatos, que producen efectos medioambientales indeseados (eutrofización). También, en la fabricación del papel kraft, y de vidrios especiales.
Las principales áreas de explotación de estos yacimientos son los lagos salinos del Norte-Centro de EE.UU. y Sur-Centro de Canadá (el Gran Lago Salado, de Salt Lake City, Utah, como más importante), el Lago Searles. En España existen también importantes yacimientos de este tipo, intercalados en los sedimentos terciarios de las cuencas de Madrid (los más importantes: Villaconejos, M. y Villarrubia de Santiago, Toledo) y del Ebro (Alcandrade-Arrúbal, La Rioja y San Adrián, Navarra).
El otro tipo de yacimientos que pueden formarse en este tipo de cuencas son los de arcillas especiales, fibrosas (sepiolita-palygorskita). En concreto, se señala que la palygorskita es característica de ambientes marinos, mientras que la sepiolita lo es de ambientes continentales. El origen estaría en la precipitación química directa de este mineral en medios evaporíticos atípicos (fundamentalmente pantanos de regiones áridas) caracterizados por la escasez de aniones cloruro y sulfato y la abundancia de cationes, especialmente Mg. Suelen constituir masas lentejonares, de espesor y continuidad lateral variable, intercaladas entre materiales detrítico-carbonatados, a menudo directamente relacionados con secuencias evaporíticas típicas.
Evaporitas de medios desérticos
En los grandes desiertos la meteorización química actúa generando sales solubles que quedan durante largos periodos de tiempo sobre las rocas a partir de las cuales se forman. Pero cuando se producen lluvias torrenciales, escasas pero no excesivamente infrecuentes en estos climas, se produce el lavado de estas sales, que forman grandes charcas, que al cesar las lluvias se evaporan rápidamente y producen la concentración de las sales arrastradas.
En estas condiciones se forman concentraciones salinas de composición muy variable, en función de la naturaleza de las rocas existentes en la zona. Ejemplos conocidos son el Salar de Atacama, en Chile, en el que se produce la concentración de halita enriquecida en elementos como Mg, K, Li y B (ver la gama de productos), el Valle de la Muerte, en el Desierto de Mojave (SE de California, EE.UU.), en el que el mineral concentrado es el bórax, o las zonas desérticas de alta montaña (Himalaya) de Cachemira (India), en la que también se localizan lagos ricos en depósitos de bórax.

Yacimientos de azufre
El azufre nativo a menudo se encuentra asociado a los yacimientos de yeso evaporítico, como consecuencia de la acción de bacterias sulforreductoras, que transforman el sulfato en sulfuro, que se reduce a su vez para dar azufre nativo. Se forman así concentraciones masivas de azufre sedimentario, que junto con las de origen volcánico constituyen los principales tipos de yacimientos de este elemento. No se pueden considerar, por tanto, yacimientos químicos en sentido estricto, sino bioquímico, aunque aparecen asociados a los yacimientos químicos de evaporitas.
Es interesante describir brevemente el método de explotación utilizado para este elemento: el denominado "método Frasch", consistente en la inyección de agua sobrecalentada o de vapor de agua en las formaciones que contienen este elemento, debido a que éste funde a 112ºC, y a 160ºC constituye un líquido de viscosidad muy baja, que fluye con gran facilidad y puede ser bombeado hasta superficie.

Yacimientos de hierro
El hierro, en forma de óxidos e hidróxidos, constituye un metal que se acumula en determinados medios sedimentarios, dando origen a yacimientos que llegan a ser de enormes dimensiones. En el detalle, existe una gran variedad de tipos de concentraciones de óxidos/hidróxidos de hierro de origen sedimentario, que van desde las grandes acumulaciones de tipo BIF, hasta las pequeñas costras ferruginosas que se forman en algunas fuentes, o los nódulos de goethita que se forman en medios pantanosos ("hierros de los pantanos"). De entre todas estas variedades, las de mayor interés minero son dos: las de tipo BIF, y los denominados "ironstones".
Los BIF (Banded Iron Formations) o Formaciones de hierro bandeadas, corresponden a alternancias milimétricas a centimétricas de óxidos de hierro con jaspes (foto 1). Llegan a tener decenas de metros de espesor (foto 2), y contienen óxidos e hidróxidos de hierro: hematites en los que no han sido afectados por metamorfismo regional, y magnetita en los que sí han sufrido este proceso (la mayor parte). 
Formación de bandeado de Hierro
El origen de estos yacimientos tipo BIF ha sido objeto de debate hasta fecha reciente, en que se ha establecido su origen como probablemente relacionado con el cambio en el quimismo de la atmósfera terrestre: originalmente ésta no contenía oxígeno, siendo por tanto de carácter reductor. En estas condiciones, el hierro presente en las rocas era fácilmente puesto en disolución en forma de Fe2+, altamente soluble. De esta forma, los océanos terrestres llegarían a contener grandes cantidades de hierro en disolución. Con la aparición de la vida, las bacterias primitivas comenzarían a generar oxígeno como consecuencia de su metabolismo fotosintético, consumiendo CO2 y agua para producir oxígeno. La concentración de éste en el aire iría aumentando, y dio origen a la posibilidad de oxidar al hierro disuelto en los océanos, dando origen a óxidos e hidróxidos (hematites-goethita) que precipitarían para dar estas Formaciones.
 Su origen puede relacionarse directamente con el vulcanismo a través de fenómenos exhalativos en condiciones submarinas, donde las facies sulfuradas serían ‘proximales’ con respecto al foco emisor, y las oxidadas ‘distales’. El que la mayoría de estas BIF sean de edad arqueozoica no significa que se encuentren limitadas a esta edad, ya que también existen ejemplos de formaciones tipo Algoma en el Paleozoico (p.ej., Cordillera de Nahuelbuta, Chile).
En Chile existen depósitos de hierro bandeado en la Cordillera de la Costa a 150 km al sur de Concepción en las inmediaciones del lago Lleu-Lleu (depósitos de Relún o Lleu-Lleu), los que forman parte de una serie de esquistos micáceos. Los afloramientos conocidos se distribuyen en un área de 20 km de longitud en sentido NE y 10 km de ancho y el nivel ferrífero tiene 20 m de espesor, está intercalado con esquistos micáceos y constituido por varias capas, algunas más ricas en sílice y otras en hierro. Estos depósitos se han considerado afines a los BIF (Ruiz et al., 1965) y el mineral que los forma tiene laminación y está constituido casi exclusivamente por cuarzo granular y magnetita fina, con una martitización poco importante, correspondiendo a facies de óxidos. Los niveles con óxido de Fe contienen entre 23 y 41% Fe y 32 a 57% SiO2, y no existen cuerpos con enriquecimiento hematíticos de alta ley. Cabe señalar que los esquistos que contienen la mineralización de hierro de Lleu-Lleu presentan edades radiométricas correspondientes al Carbonífero, las que corresponderían a la edad del metamorfismo. La edad del protolito es incierta y plantea interrogantes respecto a la filiación de los depósitos de Fe bandeado y/o la interpretación de los datos geocronológicos.

Aparte de los depósitos de Relún se conoce la existencia de rocas ferríferas similares en Nueva Imperial (60 km al W de Temuco y 60 km al sur de Relún), pero ninguno de estos depósitos ha sido explotado en Chile.

Génesis de los Minerales (part III)

Tipos de Metamorfismo
1.- Metamorfismo dinámico (o de presión): es aquel en el que las fuertes presiones determinan el cambio. Ese metamorfismo se produce por el empuje de grandes bloques en la corteza terrestre. La reorientación de los minerales tiene lugar en los procesos orogénicos. Como consecuencia de esa reorientación de los minerales se produce la esquistosidad, que es típica de las rocas metamórficas. Ej: pizarras sedimentarias.
2.- Metamorfismo de contacto (térmico): influyen las elevadas temperaturas, que se deben a que un magma se pone en contacto con rocas sedimentarias. Como consecuencia de ello, se producen reacciones químicas en la roca en contacto con el magma y cambios en los minerales que la forman.
2.-Aureola de contacto: es una región concéntrica de la roca, situada alrededor de la intrusión magmática. Esta franja de la roca no llega a superar el kilómetro de grosor. Formándose la Creta, una roca sedimentaria de color blanco, que está constituida por calcita en grandes cantidades, y por cuarzo y arcilla, pero en menos proporción. En este ambiente se están formando minerales típicamente metamórficos.  Ej: rocas metamórficas corneanas.
3.- Metamorfismo regional o general: aquel que se desarrolla en condiciones de altas temperaturas y altas presiones. Es un metamorfismo que afecta a muchas zonas. Hay una fase en la que cohexionan materiales en estado sólido con otros en estado fundido. Fundamentalmente este metamorfismo se produce durante la orogénesis o formación de cordilleras a expensas del geosinclinal (cuenca de sedimentación). Los materiales se ven ayudados por la orogénesis, y por ello sufren un metamorfismo regional. Los materiales van sufriendo metamorfismo, pero en distinto grado.
Rocas metamórficas  (en orden de profundidad)
- Arcilla: es un silicato alumínico hidratado.
- Pizarra: contiene cuarzo, sílice, moscovita, clorita y arcilla.
- Esquisto: tiene también moscovita, cuarzo (láminas mayores) y clorita (láminas menores).
- Micacita: cuarzo, moscovita y biotita.
- Gneis: cuarzo y ortosa. La moscovita ya no soporta esta temperatura y se transforma en ortosa: pierde contenido en óxido de aluminio y en agua. Aproxima mucho en su composición mineralógica a la del granito.

Depósitos Pegmatíticos
La pegmatita es una roca ígnea con tamaño de grano alrededor de 20 mm.  La mayoría de las pegmatitas están compuestas por granito, que contiene cuarzo, feldespato y mica.
Las pegmatitas son importantes en cuanto a que contienen minerales poco frecuentes en la tierra y también piedras preciosas, como pueden ser aquamarina, turmalina, topacio, fluorita y apatita.
A veces se encuentran mezclados con minerales compuestos por estaño y wolframio.
Los minerales cuya textura cristalina es granular, y que tienen cristales grandes son el resultado del lento enfriamiento de los magmas, y que los que tienen cristales más pequeños son el resultado de enfriamientos de magma más rápidos. Sin embargo, la pegmatita es una excepción a esta regla.  Estas se forman por magma que se enfría rápidamente, en ocasiones en cuestión de días. A veces, aparece en forma de diques o sills. Por razones aún desconocidas, esta roca puede desarrollar grandes cristales a pesar de su relativo rápido enfriamiento. La hipótesis más barajada sería la acción del agua, que es muy importante en todos los procesos de cristalización.
A pesar de su rápido enfriamiento, la pegmatita puede tener grandes cristales, en ocasiones llegan a medir varios metros de largo. La acción del agua puede también concentrar elementos poco comunes en la pegmatita. Así, no es demasiado raro encontrar minerales poco frecuentes o piedras preciosas. La pegmatita es por tanto una fuente de minerales poco frecuentes como la columbita o la tantalita.
La forma más común de encontrar este mineral está en las intrusiones graníticas. Pueden formar bolsas que contengan bonitas formaciones cristalinas. Esto es porque los cristales son libres de crecer en el espacio de la bolsa sin distorsionarse.

De acuerdo de la situación geotectónica se forman diferentes tipos de magma. El magma en zonas de subducción es diferente como el magma de una cordillera centro oceánica. El ambiente geotectónico se refleja entonces en los tipos de rocas magmáticas y en la composición química, especialmente de los elementos de traza y de las tierras raras (Nb, Y, La).

Pegmatita, dique normalmente oscuro con cristales demasiado grandes (10 cm-1m) de minerales y elementos químicos muy escasos.
- con feldespatos, cuarzo +/- micas o con feldespatos, feldespatoides y otros silicatos de aluminio como componentes principales se llama pegmatitas.
Principalmente se distingue:
- pegmatitas graníticas y pegmatitas, cuya composición es parecida a la de las sienitas nefelinas.
En la fase básica de cristalización de los plutones se segregan principalmente silicatos libres de agua, tales como feldespato y cuarzo, de modo que el fundido restante durante la separación por cristalización tiene que volverse cada vez más rico en H2O. Además es enriquecido con otros elementos fácilmente volátiles, tales como el flúor, el cloro y el boro. Los últimos sobre todo juegan un papel importante en el estadio neumatolítico (T = 500 – 400°C) de la sucesión magmática.
El estadio pegmatítico se desarrolla con temperaturas encima de 500°C. Las pegmatitas separan por cristalización de cantidades grandes de silicatos. Sobre todo las pegmatitas se caracterizan por su textura peculiar. La riqueza en agua de estos fundidos restantes produce las condiciones aptas de crecimiento y, por selección de gérmenes, un proceso que provoca que solo crezcan unos gérmenes minerales muy determinados. De este modo se forman pocos monocristales, pero muy grandes. Además, se produce el enriquecimiento de los fundidos residuales en elementos muy raros, tales como el litio, el berilio, el boro, el niobio y otros.

Fase pegmatítica (500 – 600°C)
En la fase pegmatítica cristalizan grandes cantidades de silicatos con elementos raros y no compatibles tales como berilio, boro, niobio y otros.
Los elementos no compatibles se incorporan sólo difícilmente en las estructuras de minerales de formación magmática o metamórfica. Durante la cristalización magmática se acumulan en el magma restante disminuyéndose paulatinamente. A partir de este magma restante enriquecido en los elementos no compatibles cristalizan minerales de estructuras menos ordenadas mejor apropiadas para incorporar los iones de los elementos no compatibles.
Las propiedades responsables para la incompatibilidad de algunos elementos son las siguientes:
Un radio iónico grande (elemento litófilo) en combinación con un potencial iónico relativamente pequeño (menor a 2,0). Los radios iónicos de algunos elementos son demasiado grandes para ocupar las posiciones iónicas entre los tetraedros de [SiO4]4- de los silicatos. Por ejemplo los radios iónicos grandes de K+, Rb+, Cs+ y en menor escala Na+ excluyen estos elementos de varios silicatos, especialmente de los minerales densos de Fe-Mg tales como olivino y piroxeno.
Un alto potencial de ionización (> 2,0). Por ejemplo el ion Th4+ tiene un radio iónico similar al de Ca2+, pero su alta fuerza polarizante y su enlace relativamente covalente se oponen a la ocupación de las posiciones normalmente ocupadas por el Ca2+ en un cristal cuyos enlaces principalmente son de carácter iónico. Otros elementos de potencial de ionización alto (> 2,0) y de un radio iónico pequeño a mediano son B, Be, Nb, Ta, U.
Además, los elementos livianos de las tierras raras (LREE) son incompatibles. Pero los elementos pesados de las tierras raras (HREE) pueden incorporarse más fácilmente en las estructuras cristalinas de algunos minerales formadores de rocas debido a sus radios iónicos medianos. Los elementos de las tierras raras o es decir los lantanidos son los elementos desde La hasta Lu.
Depósito pegmatítico
Características
Son de bajo tonelaje y alto tenor. Forma podos, vetas o cueros irregulares.
Son la fuente principal de varios metales alkalinos raros (Li, Rb, Cs)  y  metales como W, Mo, Sn, Th, U, Ta, Nb, Zr.
Sus minerales son óxidos y  silicatos.

Los óxidos y silicatos están compuestos por concentraciones asociadas a las pegmatitas. Se forman en los procesos tardíos magmáticos, y por eso aparecen en el techo de los macizos intrusivos. Su forma es tabular, concretamente, en forma de dique. Se pueden diferenciar dos tipos de pegmatitas:
- Pegmatitas simples.
- Pegmatitas complejas o metasomáticas.
La diferencia que existe entre las pegmatitas simples y las complejas, es que estas últimas han sufrido un proceso de metasomatismo a diferencia de las simples, cuando una pegmatita se ve sometida a este proceso por soluciones acuoso-gaseosas mineralizadas.
Características de las pegmatitas simples:
- Ausencia de zonas minerales.
- Estructura interna homogénea.
- Su interés radica en la obtención de feldespatos y micas.
Características de las pegmatitas complejas:
- Son importantes desde el punto de vista económico.
- Han sufrido procesos metasomáticos lo que les diferencia de las simples, por tanto ha existido un reemplazamiento.
- Son menos frecuentes.
- Existe una abundancia de minerales exóticos.
- En la formación van a coexistir cuatro fases diferentes, con la posibilidad de formarse muchos minerales, siendo esta su característica principal.
- Los minerales que se prospectan son tierras raras (T.R.), Li (se produce por metasomatismo sólido-lítico).
- Los minerales de interés que aparecen son: Topacio, Berilo, Espodumena, Turmalina, Casiterita y Lepidolita.
- A diferencia de las simples, presentan estructura zonada según podemos apreciar en la figura siguiente.



Forma de la Pegmatita

Ejemplo de depósito pegmatítico
El Depósito Las Navas en Cáceres, España, en el cual, se ha producido un metasomatismo sólido-lítico. En este aparece Lepidolita, Espodumena, Casiterita (acompañada de Tantalita, Columbita y Estaño).


Los cuerpos pegmatíticos son tabulares, de poca potencia y encajan en pizarras típicas:
- La primera zona, que es la más externa, está compuesta por Cuarzo (Q) y Feldespato.
- La segunda zona se caracteriza porque aparecen grandes cristales de Cuarzo y Feldespato.
- La tercera zona tiene interés económico, por existir bolsadas de Espodumena, Lepidolita y Cuarzo, así como estructuras fajeadas.
- La cuarta, que es el núcleo, está formado sobre todo, por Cuarzo.

Yacimientos
Depósitos de Estaño-Wolframio (Sn-W).
Se encuentran entre los de skarn y los de tipo hidrotermal, la razón de diferenciarlos, es debido a que aparecen paragenéticamente Sn, Pb, Mo y Bi, que se conocen como hipotermales neumatolíticos (con muchos volátiles).
Sus características son:
-  Marcado contorno estructural.
- Mo-Bi. Transporte por fluidos. Son fluidos en estado hipercrítico, es decir, de muy alta temperatura.
- Dentro de estos yacimientos están las mineralizaciones de Sn, W y Bi.
- Las mineralizaciones que contienen minerales ricos en volátiles, como es el caso de flúor en el Topacio o la Fluorita, o fósforo en el Apatito.
- Las mineralizaciones suelen ser exclusivas, es decir, que la presencia de un mineral excluye a otro. Por ejemplo si posee abundancia de estaño y ser pobre en plomo.
- Están relacionados espacial y genéticamente con granitos especializados.
- Son morfológicamente filonianos.
- Suele aparecer Casiterita, Wolframita, Scheelita, Molibdenita y paragénesis de sulfuros del tipo Arsenopirita, Calcopirita y Pirita.
- La ganga contiene minerales como el Topacio y la Turmalina.

Yacimientos Sn-W (Albita-Greissen):
El Greisen está constituido por micas y cuarzo. Ha experimentado un metasomatismo, siendo ricos en K y volátiles.
Son típicos en determinadas cúpulas como: Laza y Penauta. La Casiterita no se distingue a simple vista, sino que se encuentra diseminada. Como ejemplos de este tipo de yacimientos en la Península Ibérica:
- En todo el Macizo Ibérico, en zonas como Borruecoparda (Salamanca), Se obtiene W.
- La Parrilla, entre Salamanca y Cáceres, donde existe un yacimiento muy puro de W.
- En San Finx (La Coruña), hay un yacimiento de Mo.
- El más importante en la Península Ibérica, es de Panasqueira en Portugal. Este yacimiento es de Wolframita y supone el 8% de la producción mundial.



Metamorfismo y yacimientos minerales
Desde el punto de vista de la formación de yacimientos, el metamorfismo no presenta excesivo interés, si bien es cierto que da origen a algunos minerales y rocas de cierto interés minero, y modifica la textura y mineralogía de mineralizaciones preexistenes.
Rocas metamórficas de interés minero:
Como consecuencia de los procesos de metamorfismo regional se originan dos tipos de rocas que se explotan en canteras: los mármoles y las serpentinitas. Menor interés presenta otras rocas como los neises.
El mármol
Es la roca metamórfica con mayor interés minero. Se forma como consecuencia del metamorfismo de calizas, bajo condiciones de metamorfismo tanto regional como de contacto, que inducen la recristalización de la calcita a alta temperatura. Este proceso transforma las variadas texturas originales de las calizas en texturas granoblásticas de tamaño de grano muy variable, que puede llegar a ser de varios milímetros, lo que se traduce en una mayor resistencia mecánica y homogeneidad de la roca.
El mármol está compuesto mayoritariamente por calcita granoblástica, pero pueden contener además otros minerales, tales como micas (mármoles cipolínicos), dolomita, brucita, vesubianita, wollastonita, diópsido, tremolita, grafito, pirita
También la presencia de minerales oxidables es un carácter geológico de interés minero, pues éstos pueden producir importantes problemas estéticos en el material instalado.
Las aplicaciones concretas del mármol son en general conocidas: chapado de exteriores e interiores, elementos arquitectónicos auxiliares (p.ej., escalinatas), complementos decorativos (estatuas), arte funerario.
Explotaciones importantes de mármoles a nivel mundial se localizan en Italia (zona de Carrara, prácticamente agotada) y en España (zona de Macael, Almería).


La serpentinita
La serpentinita es otra roca metamórfica de interés ornamental, de color verde, y con tonalidades variadas, claras y oscuras, que se forma por el metamorfismo regional de rocas magmáticas ultramáficas (peridotitas).
Desde el punto de vista mineralógico, está constituida muy mayoritariamente por minerales del grupo de la serpentina (antigorita), que suelen estar acompañados por otros filosilicatos afines, como el talco, por minerales opacos, como magnetita o cromita, y por carbonatos ricos en Mg (magnesita-dolomita).
Sus caracteres estructurales y texturales pueden ser muy variados, mostrando formas más o menos irregulares, que en unos casos ofrecen caracteres estéticos positivos, mientras que en otros impiden totalmente la explotación minera. En especial, la fracturación es el principal factor negativo para este tipo de aprovechamiento.
La serpentinita, por sus caracteres mecánicos (sobre todo, por su baja dureza) se agrupa con los mármoles ("mármol verde"). Sus aplicaciones son similares: revestimientos, elementos auxiliares (columnas, zócalos), etc.

Minerales de origen metamórfico
El granate
El granate se forma en muchas rocas metamórficas de origen pelítico (esquistos en sentido amplio, neises), aunque también aparece en algunas rocas ígneas, y, debido a su escasa alterabilidad, suele concentrarse en sedimentos aluvionares. En las rocas metamórficas solo llega a ser aprovechable cuando es muy abundante, o cuando la roca está afectada por un proceso de alteración que haya destruido al resto de minerales.
Un factor importante que afecta a su explotabilidad es el contraste de densidad entre el granate y el resto de minerales que componen la roca, que suele permitir una separación mineralúrgica de bajo coste.
Las aplicaciones del granate están relacionadas con sus propiedades de: dureza y densidad relativamente altas, resistencia química, y no toxicidad, que permiten que tenga cinco campos principales de aplicación: abrasivo para eliminación de óxidos sobre superficies metálicas (decapar), revestimientos abrasivos, filtrado de aguas, corte por chorro de agua, y pulido.
El corindón
El corindón se forma fundamentalmente como consecuencia de metamorfismo de contacto a partir de rocas arcillosas alumínicas, junto con otros minerales típicos de este ambiente (sillimanita, piroxeno). También se forma en otros tipos de ambientes, sobre todo en pegmatitas, de donde proceden los cristales de calidad gema (rubí, rojo, y zafiro, azul). El esmeril, por su parte, es un agregado microcristalino de corindón con otros minerales, como hematites, magnetita, cuarzo y/o espinela.
El corindón se emplea fundamentalmente como abrasivo para pulido, en todo tipo de procesos industriales. Esto se debe no solo a su gran dureza (9 en la escala de Mohs, el segundo mineral más duro tras el diamante), sino también a su elevado punto de fusión (1.950ºC), y a la forma de sus granos, controlada por la partición perfecta que suelen presentar, y que favorece esta aplicación. También se emplea en la fabricación de ladrillos refractarios.
Zimbabwe y la República de Sudáfrica son los principales productores a nivel mundial de corindón, mientras que Turquía y Grecia lo son de esmeril. En España no existen explotaciones mineras de ninguno de los dos. Por su parte, las variedades gema se obtienen de yacimientos fundamentalmente de tipo pegmatítico, o concentrado en aluviones, de Sri Lanka, Birmania, Tailandia, entre otros.
El grafito
El grafito es el producto de la recristalización metamórfica de la materia orgánica contenida en las rocas afectadas por metamorfismo regional o de contacto. Cuando este proceso se produce sobre capas de carbón, o sobre rocas que contienen hidrocarburos líquidos (petróleo) se producen yacimientos de interés económico de este mineral, que también pueden tener su origen en otros procesos: grafito magmático, pegmatítico, hidrotermal.
Sus aplicaciones más conocidas en la actualidad son las relacionadas con la fabricación de objetos y elementos ligeros pero de alta resistencia, como material deportivo (esquís, raquetas), o piezas de automoción (barras protectoras). También, como elemento moderador en reactores nucleares, como aditivo lubricante, o en la fabricación de carbono activado, entre otros usos.
Los principales países productores de grafito son China, Corea del Sur e India. En España se explota o se ha explotado hasta fecha reciente en Gadamur y Puente del Arzobispo (Toledo).
Asbesto
La denominación de asbesto se refiere a un grupo de minerales caracterizados por presentar una estructura fibrosa, y que corresponden al grupo de los anfíboles, o de la serpentina. En concreto, se trata de seis variedades mineralógicas: crisotilo (variedad de serpentina), crocidolita (variedad del anfíbol riebeckita), amosita (variedad del anfíbol grunerita), y los asbestos de los anfíboles antofilita, tremolita y actinolita, que no tienen nombres específicos.
De esta forma, cada uno de estos "asbestos" presenta en el detalles propiedades diferentes, lo que condiciona sus aplicaciones concretas, relacionadas fundamentalmente con el origen etimológico de la palabra asbesto, que proviene del griego y significa "incombustible": se emplean como aislantes térmicos, si bien la toxicidad de algunos de ellos (fundamentalmente de la crocidolita)  ha hecho decaer de forma muy severa estas aplicaciones. También se emplean como aditivo en cementos (fibrocementos), entre los cuales el más conocido es la uralita.
Su origen está en relación con el metamorfismo regional de rocas básicas o ultrabásicas. En concreto, los asbestos suelen formarse como relleno de venas durante estos procesos, de forma que las fibras de asbesto crecen perpendicularmente a las paredes la fractura, con lo cual la longitud de las fibras, que es un factor económico muy importante, están condicionados por el espesor de estas venas.
Los principales países productores de asbestos son Rusia, Canadá, Brasil y Zimbawue. Como ya se ha indicado, su consumo a nivel mundial ha descendido debido a las consideraciones sobre sus efectos sobre la salud.